El perro de Mike, Jack, desapareció hace tres años, pero nunca perdió la esperanza de que algún día volvería a ver a su mejor amigo peludo.
Pasó cada momento que pudo, buscándolo y colocando volantes. Aunque mantuvo la esperanza, el tiempo que pasó sin Jack fue deprimente.
“Desde que lo perdí, no he sido el mismo realmente”, dijo Mike. “Hacíamos todo juntos, incluso lo traía al trabajo la mitad del tiempo, y cada vez que iba a pescar, él estaba allí. Simplemente hicimos todo juntos. Él estaba allí sin importar lo que yo estuviera haciendo”.
Entonces, un día, Jack recibió una llamada telefónica de un hospital de animales que estaba a ocho horas de distancia. La persona en el teléfono le preguntó a Mike si su nombre era Mike y si tenía un perro llamado Jack.
Antes de que Mike se emocionara demasiado, quería que el hospital buscara características distintas para asegurarse de que realmente era Jack. Les dijo que Jack tenía un poco de color marrón en un ojo y una uña en una de sus patas delanteras estaba completamente negra. Luego, el hospital confirmó ambos, ¡y Mike supo que se trataba de Jack!
Jack fue encontrado al costado de la carretera, a casi 500 millas de distancia. Afortunadamente, estaba sano y ahora estaba esperando en el hospital para reunirse con su humano.
Mike inmediatamente se puso en camino y condujo directamente al hospital para ver a su bebé peludo nuevamente.
Tan pronto como Jack vio a Mike, corrió hacia él moviendo la cola. Era muy obvio que Jack supo de inmediato que era Mike, a pesar de que habían pasado tres años desde la última vez que se vieron.
Mientras Mike sostenía a Jack, Jack gimió y aulló de alegría. Luego rodó sobre su espalda para que le frotaran el vientre.
Mira su emotivo reencuentro en el siguiente video: