Rescatar a cualquier animal del agua helada es peligroso, pero sobre todo cuando el animal es salvaje.
Un equipo de trabajadores de presas de Estonia vio a un animal que luchaba por mantenerse fuera del agua en el río Parnu casi congelado. Los hombres se dirigieron de inmediato al río para ayudar a salvar al animal. El hielo cubría la mayor parte del río y era necesario quitarlo. Cuando los hombres se acercaron al animal pensaron que era un perro.
Finalmente, los hombres pudieron despejar un camino y alcanzar al perro tiritando. Llevaron al animal congelado a la orilla y lo envolvieron en una manta. Los hombres colocaron al perro en su vehículo y se dirigieron a la clínica local. De camino a la clínica, los hombres comentaron lo cariñoso que era el perro y hasta se acurrucó en el regazo de uno de los hombres. No pensaron nada al respecto y solo pensaron que el perro les estaba agradeciendo su ayuda.
Los hombres se sorprendieron cuando el veterinario les dijo que en realidad habían rescatado a un lobo. El veterinario notó que la presión arterial del animal era extremadamente baja, lo que podría explicar por qué el lobo era tan dócil. Un cazador local confirmó que el animal era un lobo. El lobo resultó ser un macho joven de aproximadamente un año. Estaba exhausto e hipotérmico cuando llegó a la clínica y necesitaba tratamiento.
Para la seguridad de todos, colocaron al lobo en una jaula y continuaron con su cuidado. El lobo se recuperó por completo y fue devuelto a la naturaleza con un collar de rastreo.
La Unión Estonia para la Protección de los Animales (EUPA) pagó el tratamiento del lobo y dijo: “por suerte, todo salió bien”. EUPA también emitió un comunicado agradeciendo a los rescatistas: “Estamos muy contentos por el resultado de la historia y deseamos agradecer a todos los participantes, especialmente a estos hombres que rescataron al lobo y a los médicos de la clínica que no tuvieron miedo de tratar y cuidar. el animal salvaje.”