Jenny y Jim Desmond saben un par de cosas sobre salvar animales; Dirigen el rescate de chimpancés de Liberia en África occidental.
Un día, cuando Jenny conducía por las calles de un pueblo remoto en Liberia, vio a un pequeño bebé peludo que necesitaba ayuda con urgencia.
Llevó al cachorro moribundo, llamado Snafu, de regreso al santuario y Jenny y su esposo le brindaron la atención médica que necesitaba.
Pero Snafu estaba en mal estado, no solo se moría de hambre, sino que también tenía infecciones y gusanos, por lo que la vigilaron de cerca, sin saber si lo lograría.
En cuestión de días, sus ojos se volvieron más brillantes y su piel comenzó a mejorar, por lo que la pareja decidió que Snafu estaba lista para ser presentada a los demás residentes del santuario.
No sabían lo bien que se llevaría con los demás residentes.
Los chimpancés se enamoraron inmediatamente de Snafu y no solo la amaron y la ayudaron, sino que siempre estuvieron disponibles para ser sus divertidos compañeros de juegos.
A medida que Snafu se hizo más grande y más fuerte, los chimpancés continuaron vigilándola, pero ya no pudieron abrazar a este lindo cachorro como lo habían hecho.
Cuando Snafu se recuperó por completo, Jenny le encontró un hogar para siempre con sus sobrinas en Colorado.
Ahora está en un hogar amoroso con dos hermanas y una mamá y un papá que la aman mucho y todo gracias a un santuario que se preocupa y unos chimpancés amorosos.
Mira el increíble viaje de Snafu y los amigos que hace en el camino en el clip a continuación.