“No podrá caminar…” le dijeron los médicos al amante llorón: el perro decidió probar

Faith siempre ha sido la favorita de la familia, y los dueños no se cansaban de ella. Perro vivaz, ágil y muy gracioso, le encantaba jugar y correr. Pero hace poco más de un año le sucedió una terrible desgracia: Faith sufrió un fuerte derrame cerebral. El sangrado fue tan severo que involucró muchas partes del cerebro…

Después de que los médicos examinaron al perro, emitieron un dictamen decepcionante: la mascota nunca podrá caminar. Además, es poco probable que levante la cabeza, así que la mejor manera de dormirlo…

La maestra de fe, la estadounidense Hannah Lee, de 30 años, residente en Atlanta, escuchó este pronóstico con lágrimas en los ojos. ojos. Simplemente no podía creer que su amado perro nunca correría, saltaría y, de hecho, ni siquiera daría un pequeño paso.

“Cuando Faith se desmayó repentinamente en nuestro patio trasero, ¡no teníamos idea de lo que estaba pasando!” – recuerda la niña. “El veterinario explicó todo y sonaba horrible. Nos dijeron que tuvo un derrame cerebral y el pronóstico era malo…”

A pesar del veredicto de los médicos, Hannah y su familia decidieron no renunciar a la mascota y definitivamente no sacrificarla. Pidieron ayuda con su paciencia y pidieron a los médicos que hicieran todo lo posible para salvar al perro.

Faith dio sus primeros pasos tres semanas después de un derrame cerebral. Estaban muy inestables, el perro se balanceaba, ¡pero ella todavía se movía! Día a día se hizo más fuerte y saludable hasta que finalmente comenzó a caminar libremente.

Vale la pena señalar que el éxito del tratamiento no se debió solo a los médicos: Hannah y su familia también tuvieron un papel activo en salvar al perro. Le dieron un masaje, ejercitaron sus extremidades y, literalmente, siguieron un horario para que alguien pudiera quedarse en casa y cuidar al paciente de cuatro patas.

Su persistencia valió la pena y Faith se recuperó gradualmente. Es difícil de creer, pero un año después, el perro ya estaba corriendo por el patio y alcanzando a su hermano llamado Aberdeen, otro perro que vive en la casa.

Los dueños dicen que la perra no es tan rápida como antes, pero en general sigue siendo la misma “niña” de siempre! ¡Su carácter no ha cambiado y Faith sigue tan feliz y alegre!

Hannah está segura de que en muchos aspectos el perro ha ayudado a Aberdeen, quien no se ha movido ni un paso de su hermana. Y, por supuesto, la niña insta a todos los propietarios a no desesperarse, ¡sino a creer en lo mejor!

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