El destino lo lleva a un perro herido demasiado averiado para enfrentarse a nadie más que a una pared

Cuando un hombre, llamado Calvin, conducía a casa desde el trabajo, tuvo esta sensación abrumadora de salir de una salida específica. Nunca tomó esa ruta antes, pero rápidamente se dio cuenta de por qué se suponía que debía estar allí. A un lado, junto al arcén de la carretera, había un perro herido solo. Calvin se detuvo y tan pronto como estaba a punto de salir de su auto, aparecieron las autoridades, escribe amo mucho a mi perro

Calvin sabía que esto no era una buena señal. Quería ayudar al perro él mismo, pero una vez que Animal Control se involucró, hubo protocolos a seguir. El pobre perro quedó petrificado cuando los hombres uniformados se le acercaron. Incluso trató de escapar a pesar de sus heridas.

El pobre perro fue acogido y puesto en una espera de siete días. Control de Animales tuvo que esperar para ver si alguien se presentaba para reclamar al perro. Calvin estaba visiblemente molesto. Sabía que el perro no pertenecía a una perrera fría. Especialmente con sus heridas sustanciales y su miedo abrumador. Se quedó mirando la pared, con la esperanza de desaparecer.

Calvin contactó a una amiga, llamada Kendahl, que tenía experiencia en rescate y ella le explicó que llevar a este perro sería un desafío. El perro estaba gravemente herido y tratarlo sería muy costoso.

En este punto, el perro probablemente habría sido sacrificado, ¡pero Calvin no se enteró! ¡Necesitaba que le amputaran la pierna y Calvin decidió recaudar los fondos para su cirugía él mismo! Kendahl también estaba encantada de ayudar. Decidieron llamar al perro Ike.

Una vez que Ike salió de la cirugía, tanto Calvin como Kendahl estaban preocupados. Un perro como Ike necesitaba TLC extra. Su miedo era debilitante por sí solo. Kendahl decidió que Ike era mejor con ella, como su adoptante. Tenía tiempo para estar junto a su cama. Y eso es lo que Ike más necesitaba.

Kendahl no solo pasó tiempo con Ike, sino que trabajó para demostrarle específicamente que nunca lo lastimaría. Tomó esfuerzo, seguro, pero Ike comenzó a recuperarse. Kendahl finalmente estaba lista para presentarle a su gato, Uno, a Ike. Ella esperaba algunos olfateos y tal vez algunos movimientos de cola. ¡Lo que no esperaba era que se formara un vínculo que cambiaría su vida!

Sorprendentemente, Ike siguió mejorando tanto física como emocionalmente. Kendahl se da cuenta de que pronto tendrá que dejarla e irse a un hogar para siempre. Le rompe un poco el corazón, pero explica que si no cría animales y los ayuda a hacer la transición a sus nuevas vidas, no tendrá espacio para seguir haciéndolo. Si bien quiere quedarse con Ike, sabe cuál es su vocación y es hacer lo que muchos otros no pueden. Para ver la historia de Ike y su increíble transformación, ¡mira el video a continuación!

Fuente: ilovemydogsomuch.tv

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